La creciente cantidad de hoyos en calles y avenidas del Gran Santo Domingo se ha convertido en una seria amenaza para conductores y peatones, especialmente en zonas con alto flujo vehicular. Estas condiciones no solo entorpecen el tránsito y provocan largos tapones, sino que también ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos y deterioran sus vehículos.
En Santo Domingo Norte, comunidades como Sabana Perdida y Villa Mella viven esta realidad a diario. En varios puntos se pueden observar hoyos de gran tamaño, muchos de ellos llenos de agua sucia, lo que dificulta aún más el desplazamiento tanto de conductores como de transeúntes.
Moradores de estas zonas aseguran que han realizado múltiples denuncias, pero las autoridades brillan por su ausencia. El abandono es evidente y la falta de mantenimiento vial continúa siendo una deuda pendiente del gobierno central y las autoridades municipales.
