En las primeras horas del día, cuando la mayoría de los ciudadanos aún reposan en sus hogares, la tranquilidad del sector Invi de la Independencia se ve empañada por la presencia de dos individuos que han desatado una ola de atracos. Los residentes, consternados por los recientes sucesos, claman por medidas urgentes de seguridad.
Estos antisociales, cuya identidad aún no ha sido revelada por las autoridades, han desplegado un modus operandi preciso y despiadado. Con relojes en mano, acechan a sus víctimas en el preciso momento en que comienzan sus actividades diarias, alrededor de las 5:45 a.m. y 6:00 a.m., despojándolas de sus pertenencias con intimidación y violencia.
La situación se agrava por la rapidez con la que ejecutan sus acciones delictivas. Para cuando las fuerzas del orden responden, a las 6:20 a.m., los criminales ya se encuentran en paradero desconocido, dejando a su paso un rastro de inseguridad y desconfianza.
«Nos tienen en zozobra», declara una de las residentes, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias. «Ya no podemos salir de nuestras casas con la misma tranquilidad de antes. Exigimos una respuesta inmediata de las autoridades para detener esta ola de terror que nos afecta a todos».
La comunidad hace un llamado urgente a las autoridades policiales y gubernamentales para que redoblen los esfuerzos en materia de seguridad en la zona. Se requiere una estrategia coordinada y eficaz que brinde protección a los habitantes y disuada a los delincuentes de continuar con sus actividades criminales.
Ante la creciente preocupación y el incremento de la violencia en la región, los residentes exigen respuestas concretas y medidas tangibles que garanticen su seguridad y bienestar. La paz y la tranquilidad de la comunidad no pueden seguir siendo vulneradas por la impunidad de unos pocos.