Un encuentro para buscar soluciones a la severa crisis de seguridad y extrema pobreza que vive Haití. La cumbre de urgencia se llevó a cabo en un momento en que las bandas criminales toman cada vez más control del país, en medio de la ausencia del primer ministro, Ariel Henry, quien se ha rehusado a terminar su mandato interino, que debía haber finalizado a inicios de febrero, y que actualmente se refugia en Puerto Rico entre amenazas de las pandillas.
Blinken dijo que Estados Unidos contribuiría con 100 millones de dólares adicionales para financiar una fuerza multinacional auspiciada por la ONU, que ayude a las autoridades locales a restaurar el orden y a luchar contra las pandillas. Esto elevaría la contribución de Washington a la fuerza de seguridad a 300 millones de dólares. Asimismo, dijo que EE. UU. destinará 33 millones en ayuda humanitaria.
El encuentro tuvo lugar en el hotel Jamaica Pegasus, en Kingston, y fue presidido por el presidente protempore de la Caricom, el mandatario de Guyana, Irfaan Ali, quien manifestó optimismo al concluir la reunión. «Tengo mucha confianza en que hemos encontrado puntos en común y un camino común a través del cual podemos apoyar una solución liderada por Haití».
De acuerdo a lo reportado por una fuente cercana al Departamento de Estado de EE. UU. a la agencia de noticias Reuters, el primer ministro haitiano participó de conversaciones con la Caricom este lunes y algunos de sus aliados políticos estuvieron presentes en la reunión.
En el evento, también estuvieron presentes los jefes de Gobierno de Bahamas, Barbados, Dominica, Granada, Guyana y San Vicente y las Granadinas, todos miembros de la Comunidad del Caribe, así como representantes de la oficina del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
El Departamento de Estado de Estados Unidos señaló antes del encuentro que en la reunión se buscaría discutir propuestas impulsadas por la Caricom para una transición política en Haití que contemple «la creación de un consejo presidencial independiente, y de amplia base» y el despliegue de una misión multinacional para hacer frente a la crisis de seguridad.
El encuentro se desarrolló después de que, mediante una comunicación telefónica, Blinken urgiera al premier haitiano a “alcanzar un acuerdo que ponga fin a la situación actual de estancamiento político” y ceder el cargo.
La UE evacúa a todo su personal diplomático
Ante el creciente detrimento del orden público, algunas misiones diplomáticas han decidido retirar a su personal. Este lunes 11 de marzo la medida fue tomada por la Unión Europea.
«Actualmente hemos retirado y evacuado a todo el personal de la UE de Haití (…) Como respuesta al dramático deterioro de la situación de seguridad, tomamos la decisión de reducir nuestras actividades sobre el terreno y trasladamos al personal de la delegación de la UE en Puerto Príncipe a un lugar más seguro fuera del país», declaró en las últimas horas el portavoz de la Comisión Europea, Peter Stano.
El funcionario explicó que el personal esencial seguirá trabajando, pero no desde Haití. “Estamos evaluando la situación y adaptaremos la forma en que operamos según la situación y cómo se desarrolle la situación de seguridad”, señaló.
Stano agregó que el bloque de 27 países se encuentra “extremadamente preocupado» por los acontecimientos ocurridos en el territorio haitiano en los últimos días.
La decisión de Bruselas fue confirmada justo un día después de que el Ejército de Estados Unidos evacuara vía aérea al personal no esencial de su embajada y desplegara más militares para la protección de su sede diplomática.
«Guerra civil que terminará en genocidio»
Si bien el país más empobrecido del hemisferio afronta desde hace años una crisis política, económica y de seguridad, la ya difícil situación de violencia empeoró con el dominio de las pandillas, que han acrecentado su control desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, en 2021.
En los últimos días, la velocidad con la que escalan los crímenes y el caos en las calles de Puerto Príncipe ha sido alarmante. Las pandillas justifican el terror que siembran a la población civil en las evasivas del primer ministro Ariel Henry para dejar el cargo. El premier debía dejar su posición y convocar a elecciones en un plazo fijado hasta el pasado 7 de febrero, según un acuerdo que firmó en diciembre de 2022.
Aunque es poco probable que su salida del poder traiga la solución a un país controlado por las pandillas, los grupos delictivos siguen presionando con violencia.
De hecho, el pasado 5 de marzo, Jimmi Cherizier, alias ‘Barbecue’, un expolicía, convertido en el dirigente de las bandas criminales, advirtió que el país se hundiría en una “guerra civil que terminará en genocidio” si el premier permanece en su cargo.
La ya frágil situación de seguridad de Haití empeoró desde que Henry viajo a Kenia, a finales de febrero, para cerrar un acuerdo para el despliegue de tropas extranjeras, en un intento por restablecer el orden. Desde entonces, no ha retornado a su país y su regreso parece cada vez más complejo.
Mientras las bandas delictivas presionan por su salida del cargo, en los últimos días han atacado el aeropuerto y liberado a peligrosos delincuentes de las cárceles, al tiempo que amenazan con detener a jefes policiales y ministros. Desde el viernes también se han registrado tiroteos en las afueras del Palacio Nacional.
El líder político fue visto por última vez la semana pasada en Puerto Rico. Estados Unidos lo instó a una transición del poder.