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Guerra declarada a la clase magisterial

La asociación dominicana de profesores ADP, celebró el pasado 13 de abril el 54 aniversario de un gremio que ha sido participe, en muchos casos protagonista, de los cambios sociales de la República Dominicana de forma individual o sectorizada a priori a la creación de la asociación magisterial en la primavera del año 1970; a posteriori a su fundación los maestros, ya de forma organizada, han velado por el bienestar nacional, la justicia social, la democracia, la libre expresión, los valores patrios, la fortaleza de la identidad e independencia nacional, los valores culturales, y en muchas cosas más, en especial por la mejora continua del sistema educativo dominicano y de todos sus actores; el docente lucha a favor de toda la comunidad educativa en pro de mejor calidad del servicio en los centros educativos, de los textos y documentos de estudio, de la gestión y calidad en los servicios complementarios del sistema educativo, desayuno y almuerzo escolar, utilería y materiales educativos suministrados por el Ministerio de Educación (MINERD), entre otros, así como también de sus propios derechos que por ley o por acuerdos se han pactado con la institución que dirige la educación a nivel nacional, cuyo ministro se expresó muy políticamente el pasado lunes 22 a priori a la protesta que efectuaría el sector magisterial a nivel nacional expresando lo siguiente: “Abinader no va a perder la reelección porque los maestros paralicen las clases”.

Tendré el honor de responderle haciendo uso de fragmentos de algunos emblemas que nos identifican y que muy probablemente usted pueda recordar en su paso por las aulas y revalorar su postura frente al magisterio nacional. Señor ministro, no sé si usted pasó alguna vez por la fragua de la escuela, donde cada día maestras y maestros forjan la patria.

Sabía usted que la visión del maestro es sembrar conciencia y sabiduría; recuerde señor ministro que los maestros son también dominicanos, por lo tanto “nuestro escudo invencible es el derecho” dice nuestro himno nacional, y nuestra constitución en el Artículo 62, acápite 6, sobre el derecho al trabajo refiere que: ”para resolver conflictos laborales y pacíficos se reconoce el derecho de trabajadores a la huelga”, y obviamente con el profesionalismo que caracteriza el sector magisterial que siempre ejerce este derecho con arraigo a la ley.

Soy maestro señor ministro, y de lo único que me avergüenzo como tal es que aunque representamos la dignidad de la República Dominicana la clase magisterial se ha apartado de las esferas políticas debido a que se han convertido en espacios de traidores a la patria, de usurpadores de los buenos hombres y mujeres con valores éticos y morales, ya que hoy en día hablar de política es hablar de corrupción para muchas personas, somos los responsables de muchas situaciones adversas por haber dejado las luchas en todas las estructuras productivas del país, ya que muchos incluso se han apartado de la filantropía y el altruismo aspectos intrínsecos de la labor docente; fuimos en décadas anteriores los motivadores y representantes de las luchas sociales, los maestros eran los representantes de los partidos políticos, de los movimientos y asociaciones sociales y comunitarias, deportivas y culturales, de las instituciones que velan por el bienestar de todos los dominicanos y dominicanas, y aunque algunos aún siguen en esas labores la gran mayoría de docentes solo se dedican a su labor profesional debido a que no tienen tiempo de descanso debido a la carencia de recursos dispuesto por los directivos del MINERD, y esto lo expresó porque el 4% da y sobra para eso, asumo lo anterior debido a que la gestión que le antecede en su gobierno, el exministro Furcal, tenía un sobrante y el mismo querían pasarlo a otra dependencia del estado, simultánea e incongruentemente alegaban no había presupuesto para aumento salarial. Los maestros no tienen tiempo para realizar planificaciones, ejecución y evaluación de los procesos de enseñanza-aprendizaje de la manera más eficientemente posible debido a muchos factores, como son: la carga laboral, actividades repentinas, en muchos casos sin planificación por parte de los organismos superiores a los centros educativos, distritos, regionales y departamentos nacionales, y que el docente debe ajustar de manera improvisada por la no planificación y falta de comunicación efectiva de los mismos. Otro factor importante para no redundar en lo que todos ya sabemos son las condiciones áulicas, y para ponerles un ejemplo, la cárcel de la victoria fur construida para 1,200 reos, hoy tiene una capacidad de operación para 2,103 reos, y en la actualidad tiene 6,816; algo similar pasa en las aulas de nuestro país que según el manual operativo de centros educativos públicos y el manual de construcción de escuela públicas refiere que en un espacio de 54 metros cuadrados no deben haber más de 30 niños por salón, por lo que les dejaré de tarea a los distinguidos lectores investigar cuántas alumnas y alumnos hay en un aula con sus hijas e hijos. Entonces no podemos hablar de calidad educativa si las condiciones en las que los funcionarios públicos que llamamos docentes intentan desarrollar con sus discentes, un plan de acción sin condiciones idóneas, dando un servicio que carece de lo más fundamental para el desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje, libros de textos educativos, y las pocas asignaturas que los tienen no están ajustados al currículo. Esto por mencionar algunos ejemplos porque la lista es larga.

Le recuerdo señor ministro que en la mayoría de los casos los docentes deben realizar actividades de emprendimiento debido a los altos precios de la canasta familiar, para poder darle una vida digna a sus familiares, a los gastos que implica la formación continua para nosotros como profesionales poder estar acorde a los tiempos, y entre otras cosas a los compromisos adquiridos para la compra de materiales y herramientas que se necesitan para desarrollar las competencias fundamentales y específicas de nuestras respectivas áreas del saber y que el ministerio no suple a tiempo y en la mayoría de los casos nunca han llegado.

Somos el único sector involucrado en toda la historia de la nación desde su nacimiento ideológico, la materialización de su independencia, y en todas las acciones de defensa y fortalecimiento de nuestra soberanía. Aprovecho para hacer un llamado a la Asociación de Padres, Madres, Tutores y Amigos de la Escuela (APMAE) para que puedan observar que nuestras luchas no solo han sido por aumento salarial, les han tergiversado los acontecimientos, pueden observar que las propuestas de la ADP incluyen mejoría general en el sistema para que el servicio educativo sea de calidad para nuestras hijas e hijos. Por lo que les exhorto unirse a nuestras protestas pacíficas y no dejarles el escenario a representantes del partido de gobierno que se han vestidos como sus representantes y se muestran irreverentes a nuestras luchas sin aún haberse dado la oportunidad de degustar la calidad de uno de los servicios alimenticios ofrecidos en los centros educativos.

El sector magisterial es el único que quita y pone gobiernos. Si algo claro tengo es que hay dos cosas que pueden realizar un cambio en la conducta e ideología de los pueblos a través de la historia de las civilizaciones humanas y estas son las guerras y los maestros. Apoyándome del glorioso himno de la ADP, permítame recordarle dos cosas importantes que son propias del maestro: “la lucha y la formación y a donde vaya su ejemplo allá irá la educación”.

¡La ADP unida jamás será vencida!

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