Después de sucumbir en las elecciones fallidas del 2020, la Junta Central Electoral resurgió del abismo y ahora brilla con luz propia con Román Jáquez Liranzo a la cabeza.
Luego de la suspensión de las elecciones de 2020, hecho nunca acaecido en el país, el cual representó un atentado contra la democracia dominicana, fueron elegidas por el Senado de la República, nuevas autoridades para dirigir la Junta Central Electoral, siendo designado Román Jáquez Liranzo como presidente del Pleno.
El presidente de la Junta Central Electoral de la mano con los demás miembros del pleno que dirige esa entidad, se enfrentó a importantes desafíos, como la recuperación de la credibilidad e integridad del órgano comicial.
Se abocó a arbitrar dos elecciones: las municipales ordinarias generales y las presidenciales y congresuales, de 2024 respectivamente, rol que jugó en cada torneo electoral con efectividad, transparencia e imparcialidad. Dando cátedra de buena gerencia y cambiando la mala percepción de la sociedad sobre esa institución.
El consenso que mantuvo la gestión de Jáquez Liranzo con los partidos, agrupaciones y movimientos políticos, fue un ejemplo de democracia y estabilidad política. Se tomaron decisiones apegadas a las normas jurídicas establecidas en materia electoral, siendo estas cumplidas por los actores políticos y sus organizaciones, fortaleciendo de esta manera el sistema electoral.
El pleno que actualmente dirige Román Jáquez Liranzo, cumplió su meta. Demostró que trabajando con planificación, apegado a un calendario electoral que cumplió a cabalidad y de manera oportuna, garantizaba la recuperación de la credibilidad, integridad, transparencia, institucionalidad y objetividad de esa institución, tal cómo quedó demostrado en los procesos electorales celebrados en este año 2024, los cuales fueron realizados con un alto nivel de profesionalidad, imparcialidad, transparencia y responsabilidad.
La buena ejecución de su administración además de realizar comicios exitosos, impactó de manera positiva el registro del estado civil de nuestra nación, donde se realizaron importantes transformaciones para tecnificar y optimizar los servicios que brindan a los usuarios y usuarias, como también, crearon los centros de expedición de actas y cédulas en las principales plazas comerciales del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, acercando y facilitando el acceso de los servicios a la ciudadanía.
Soy de opinión que lo bueno no se cambia, porque para que haya continuidad de Estado, deben permanecer en sus funciones, los funcionarios y funcionarias que muestren capacidad, ética y profesionalidad al momento de dirigir una institución pública, como es el caso de Román Jáquez Liranzo.
La capacidad de gerencia del presidente de la Junta Central Electoral, ha sido probada. Ha realizado una gestión impecable, recuperando la confianza de la sociedad dominicana en el órgano constitucional que dirige.
Que falta mucho por hacer, eso no está en duda. Por eso apostamos a la sabia elección que debe hacer el Senado de la República Dominicana, al momento de seleccionar los miembros de la Junta Central Electoral para los próximos 4 años.