La crisis de apagones en República Dominicana está provocando graves consecuencias tanto para los comerciantes como para la población. La falta de electricidad está causando pérdidas económicas significativas para los negocios, con comercios y restaurantes luchando por mantener productos refrigerados y ofrecer servicios. En Barahona, residentes de 40 sectores reportan frecuentes interrupciones, forzando a muchos comercios a cerrar temporalmente.
La situación también genera malestar generalizado, creando un ambiente de inseguridad y mal sueño debido al calor extremo sin ventilación. Esto ha llevado a protestas en varias localidades, como Neiba y Barahona, con ciudadanos bloqueando calles y quemando neumáticos.
Celso Marranzini, presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), atribuye los apagones a una alta demanda de electricidad y la antigüedad de algunas subestaciones eléctricas. Estas instalaciones no están preparadas para la demanda actual, exacerbada por el calor.
Marranzini pide paciencia mientras se trabajan soluciones a largo plazo y destaca que el gobierno, bajo la presidencia de Luis Abinader, está comprometido en mejorar la gestión de las distribuidoras de electricidad y abordar problemas estructurales del sistema eléctrico. Los apagones persistirán hasta que se implementen las mejoras necesarias.