Un avión con 21 estadounidenses que huían de Haití llegó a Orlando, Florida, el sábado por la noche, siendo el último de una serie de vuelos fletados por Estados Unidos desde la asolada nación caribeña, que ha caído en el caos en medio de la violencia desenfrenada de las pandillas y la inestabilidad política.
El Departamento de Manejo de Emergencias de Florida anunció la llegada del avión el domingo, señalando que, hasta la fecha, un total de 35 estadounidenses han sido «rescatados mediante vuelos de emergencia coordinados por el estado».
Según la agencia, los que llegaron a Orlando tuvieron acceso a numerosos recursos, incluyendo comidas y agua, alojamiento, transporte, exámenes de salud básicos y médicos, teléfonos y servicios de reemplazo de identificación.
«La División está trabajando las 24 horas del día a través de todos los medios disponibles para llevar a nuestros residentes a casa», dijo el Director Ejecutivo Kevin Guthrie en un comunicado de prensa. «El gobernador (Ron) DeSantis nos ordenó abordar cada desafío en nuestro camino y no detenernos hasta que la misión esté completa».
DeSantis emitió una orden ejecutiva el 15 de marzo declarando un estado de emergencia en Florida después de que la agencia recibiera numerosas solicitudes de floridanos que quedaron varados en Haití.
Cientos de ciudadanos estadounidenses siguen en Haití y casi 1,000 habían completado formularios de admisión de crisis hasta el 19 de marzo, dijo anteriormente el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, a CNN. Ese número incluye a personas que quieren irse o que desean recibir más información de funcionarios estadounidenses.
El primer vuelo organizado por Florida trajo a 14 personas de Haití a Orlando Sanford International Airport la semana pasada. Guthrie había dicho el miércoles que aproximadamente 360 floridanos permanecen en Haití.
Funcionarios federales también han estado trabajando para evacuar a ciudadanos estadounidenses. El 17 de marzo, el Departamento de Estado dijo que voló a docenas de estadounidenses desde Cap-Haitien, una ciudad en la costa norte de Haití, a Miami. El miércoles, el Departamento de Estado dijo que espera que más de 30 estadounidenses puedan abordar los vuelos del gobierno de EE. UU. cada día que sean fletados.
Los estadounidenses en estos vuelos deben comprometerse a reembolsar al gobierno de EE. UU. por el costo, que el Departamento de Estado ha dicho que no superará el precio de un vuelo comercial razonable antes de la crisis. DeSantis dijo que las personas que viajan en el avión que aterrizó en Florida no serían cobradas.
Las condiciones en la capital de Haití, Puerto Príncipe, han empeorado gravemente debido al asalto sin precedentes, que llevó al primer ministro Ariel Henry a anunciar su renuncia. Grupos criminales han bloqueado el suministro de alimentos, combustible y agua de la ciudad, y han bloqueado el acceso al puerto y a las carreteras que salen de la ciudad, dejando a los residentes refugiados en sus hogares mientras las calles se convierten en campos de batalla urbanos entre las pandillas y la Policía Nacional de Haití.
La mayoría de los haitianos no tienen la opción de irse.
Una pequeña clase de extranjeros adinerados y diplomáticos están entre los pocos capaces de alquilar helicópteros privados de evacuación fuera de la ciudad. Cientos de personas han puesto sus nombres en listas para huir de Puerto Príncipe por aire, varios pilotos dijeron a CNN la semana pasada, cuando los asientos en vuelos privados tenían etiquetas de precios de hasta $10,000.
Las calles típicamente llenas de la capital se han convertido en tierras fantasmales ya que los residentes raramente abandonan sus hogares debido a la amenaza de violencia, informaron los equipos de CNN. Los ataques y los incendios han desplazado a miles de personas que se han apiñado en docenas de campamentos de desplazados en toda la ciudad.
A medida que los suministros vitales de alimentos y agua disminuyen, las Naciones Unidas dijeron que estaba trabajando para establecer un puente aéreo entre Puerto Príncipe y Santo Domingo, República Dominicana, para llevar necesidades a la ciudad.
