La líder opositora venezolana María Corina Machado fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, reconocimiento que calificó como un “logro y un homenaje para todo el pueblo venezolano”. En una llamada con el Instituto Nobel noruego, la dirigente expresó su emoción y sorpresa al recibir la noticia: “Estoy honrada y abrumada. Este es el mayor reconocimiento para nuestra gente, que se lo merece”.
El Comité Nobel destacó su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica hacia la democracia”. Desde la clandestinidad, Machado agradeció el premio con cautela, subrayando que Venezuela aún está en el camino hacia la libertad, pero confiada en que “ganarán” ese proceso.
De 58 años, ingeniera, madre de tres hijos y fundadora de la organización Súmate, Machado se ha convertido en símbolo de resistencia política. Inició su activismo en 2002 impulsando un referendo contra Hugo Chávez y, desde entonces, ha mantenido una postura firme contra el chavismo. Fue electa diputada y enfrentó directamente al expresidente en 2012, cuando le espetó la frase: “Expropiar es robar”.
Durante las elecciones de 2024, arrasó en las primarias opositoras con más del 90 % de los votos, aunque fue inhabilitada políticamente por 15 años. Aun así, lideró la campaña en apoyo a Edmundo González Urrutia, convirtiéndose en la figura central de la oposición. Miles de venezolanos la siguen con fervor, llamándola “nuestra libertadora”, y su lema “Hasta el final” se ha convertido en un símbolo de esperanza.
El premio Nobel de la Paz consolida su posición como una de las figuras políticas más influyentes de América Latina y representa, según sus palabras, “un reconocimiento no a una persona, sino al valor de todo un pueblo que sigue luchando por su libertad”.